El sol, las corrientes de los mares y el viento son algunas de las fuentes energéticas alternativas a los radicionales combustibles fósiles
La energía eólica ha sido aprovechada desde la antigüedad para mover los barcos impulsados por velas o hacer funcionar la maquinaria de molinos al mover sus aspas. laopinion.es
Debido al incremento del coste de los combustibles fósiles y a los problemas medioambientales derivados de su explotación, estamos asistiendo a un renacer de las energías renovables
LAOPINION.ES Las energías renovables han constituido una parte importante de la energía utilizada por los humanos desde tiempos remotos, especialmente la solar, la eólica y la hidráulica. La navegación a vela, los molinos de viento o de agua y las disposiciones constructivas de los edificios para aprovechar el sol, son buenos ejemplos de ello.
Con el invento de la máquina de vapor, obra de James Watt, se fueron abandonando estas formas de aprovechamiento energético por considerarse inestables en el tiempo y se comenzaron a utilizar cada vez más los motores térmicos y eléctricos, en una época en que, el todavía relativamente escaso consumo, no hacía prever un agotamiento de las fuentes ni otros problemas ambientales que más tarde se presentaron.
Hacia el año 1970 las energías renovables se consideraron una alternativa a las energías tradicionales, tanto por su disponibilidad presente y futura garantizada, a diferencia de los combustibles fósiles que precisan miles de años para su formación, como por su menor impacto ambiental en el caso de las energías limpias. Por este motivo fueron llamadas energías alternativas.
Durante los últimos tiempos, debido al incremento del coste de los combustibles fósiles y a los problemas medioambientales derivados de su explotación, estamos asistiendo a un renacer de las energías renovables.
Se trata de energías inagotables, limpias y que se pueden utilizar de forma autogestionada, puesto que resulta posible aprovecharlas en el mismo lugar en que se producen. Además, tienen la ventaja adicional de complementarse entre sí, favoreciendo la integración entre ellas. Por ejemplo, la energía solar fotovoltaica suministra electricidad los días despejados, mientras que en los días fríos y ventosos, frecuentemente nublados, son los aerogeneradores los que pueden producir mayor energía eléctrica.
Las energías renovables contribuyen a cuidar el medio ambiente y, frente a los efectos contaminantes y el agotamiento de los combustibles fósiles, son ya una alternativa en nuestros días.
Entre las energías renovables se cuentan la hidroeléctrica, la solar, la eólica, la biomasa, la geotérmica y la maremotriz.
Hidroeléctrica
Uno de los recursos más importantes en la estructura de las energías renovables es la procedente de las instalaciones hidroeléctricas, una fuente energética limpia para la que sólo se necesitan construir infraestructuras que permitan aprovechar el potencial disponible con un coste nulo de combustible. En España se utiliza un 15 % de esta energía para producir electricidad mediante el aprovechamiento de las corrientes de los ríos que ponen en funcionamiento unas turbinas que, a su vez, mueven un generador eléctrico.
Energía solar
La energía solar es una fuente de vida y origen de la mayoría de las demás formas de energía en la Tierra. Cada año la radiación solar aporta al planeta la energía equivalente a varios miles de veces la cantidad de energía que consume la humanidad.
De este modo, recogiendo de forma adecuada la radiación solar, mediante colectores solares, ésta puede transformarse en energía térmica, y utilizando paneles fotovoltaicos la energía luminosa puede transformarse en energía eléctrica. Asimismo, en las centrales térmicas solares se utiliza la energía térmica de los colectores solares para generar electricidad.
La energía solar térmica se obtiene recogiendo la energía del sol a través de paneles solares que puede destinarse a satisfacer numerosas necesidades, entre las que se encuentran la obtención de agua caliente para consumo doméstico o industrial, o bien la generación de calefacción para hogares, hoteles, colegios o fábricas. Este tipo de energía también permite conseguir refrigeración durante las épocas cálidas.
Con este tipo de energía es posible reducir más del 25 % del consumo de energía convencional en viviendas de nueva construcción con la consiguiente reducción de quema de combustibles fósiles y deterioro ambiental.
Energía eólica
La energía eólica es la energía obtenida de la fuerza del viento, es decir, mediante la utilización de la energía cinética generada por las corrientes de aire. Se obtiene a través de unas turbinas eólicas que son las que convierten la energía cinética del viento en electricidad por medio de aspas o hélices que hacen girar un eje central conectado, a través de una serie engranajes a un generador eléctrico.
La energía eólica ha sido aprovechada desde la antigüedad para mover los barcos impulsados por velas o hacer funcionar la maquinaria de molinos al mover sus aspas. Es un tipo de energía verde.
Actualmente, la energía eólica se utiliza para su transformación en energía eléctrica a través de la instalación de aerogeneradores o turbinas de viento. De entre todas las aplicaciones existentes de la energía eólica, la más extendida y la que cuenta con un mayor crecimiento es la de los parques eólicos para producción eléctrica.
Biomasa
La formación de biomasa a partir de la energía solar se lleva a cabo por el proceso denominado fotosíntesis vegetal que a su vez es desencadenante de la cadena biológica. Mediante la fotosíntesis las plantas que contienen clorofila, transforman el dióxido de carbono y el agua de productos minerales sin valor energético, en materiales orgánicos con alto contenido energético y a su vez sirven de alimento a otros seres vivos. La biomasa, mediante estos procesos, almacena a corto plazo la energía solar en forma de carbono. La energía almacenada en el proceso fotosintético puede ser posteriormente transformada en energía térmica, eléctrica o carburantes de origen vegetal, liberando de nuevo el dióxido de carbono almacenado.
Otras fuentes de energía
Otros tipo de energías renovables son la energía geotérmica, que es aquella energía que puede ser obtenida por el hombre mediante el aprovechamiento del calor del interior de la Tierra; la energía marina, que se refiere a la energía renovable producida por las olas del mar, las mareas, la salinidad y las diferencias de temperatura del océano; o la energía de las corrientes, cuyo proceso de captación se basa en convertidores de energía cinética similares a los aerogeneradores empleando en este caso instalaciones submarinas para corrientes de agua.
Con el invento de la máquina de vapor, obra de James Watt, se fueron abandonando estas formas de aprovechamiento energético por considerarse inestables en el tiempo y se comenzaron a utilizar cada vez más los motores térmicos y eléctricos, en una época en que, el todavía relativamente escaso consumo, no hacía prever un agotamiento de las fuentes ni otros problemas ambientales que más tarde se presentaron.
Hacia el año 1970 las energías renovables se consideraron una alternativa a las energías tradicionales, tanto por su disponibilidad presente y futura garantizada, a diferencia de los combustibles fósiles que precisan miles de años para su formación, como por su menor impacto ambiental en el caso de las energías limpias. Por este motivo fueron llamadas energías alternativas.
Durante los últimos tiempos, debido al incremento del coste de los combustibles fósiles y a los problemas medioambientales derivados de su explotación, estamos asistiendo a un renacer de las energías renovables.
Se trata de energías inagotables, limpias y que se pueden utilizar de forma autogestionada, puesto que resulta posible aprovecharlas en el mismo lugar en que se producen. Además, tienen la ventaja adicional de complementarse entre sí, favoreciendo la integración entre ellas. Por ejemplo, la energía solar fotovoltaica suministra electricidad los días despejados, mientras que en los días fríos y ventosos, frecuentemente nublados, son los aerogeneradores los que pueden producir mayor energía eléctrica.
Las energías renovables contribuyen a cuidar el medio ambiente y, frente a los efectos contaminantes y el agotamiento de los combustibles fósiles, son ya una alternativa en nuestros días.
Entre las energías renovables se cuentan la hidroeléctrica, la solar, la eólica, la biomasa, la geotérmica y la maremotriz.
Hidroeléctrica
Uno de los recursos más importantes en la estructura de las energías renovables es la procedente de las instalaciones hidroeléctricas, una fuente energética limpia para la que sólo se necesitan construir infraestructuras que permitan aprovechar el potencial disponible con un coste nulo de combustible. En España se utiliza un 15 % de esta energía para producir electricidad mediante el aprovechamiento de las corrientes de los ríos que ponen en funcionamiento unas turbinas que, a su vez, mueven un generador eléctrico.
Energía solar
La energía solar es una fuente de vida y origen de la mayoría de las demás formas de energía en la Tierra. Cada año la radiación solar aporta al planeta la energía equivalente a varios miles de veces la cantidad de energía que consume la humanidad.
De este modo, recogiendo de forma adecuada la radiación solar, mediante colectores solares, ésta puede transformarse en energía térmica, y utilizando paneles fotovoltaicos la energía luminosa puede transformarse en energía eléctrica. Asimismo, en las centrales térmicas solares se utiliza la energía térmica de los colectores solares para generar electricidad.
La energía solar térmica se obtiene recogiendo la energía del sol a través de paneles solares que puede destinarse a satisfacer numerosas necesidades, entre las que se encuentran la obtención de agua caliente para consumo doméstico o industrial, o bien la generación de calefacción para hogares, hoteles, colegios o fábricas. Este tipo de energía también permite conseguir refrigeración durante las épocas cálidas.
Con este tipo de energía es posible reducir más del 25 % del consumo de energía convencional en viviendas de nueva construcción con la consiguiente reducción de quema de combustibles fósiles y deterioro ambiental.
Energía eólica
La energía eólica es la energía obtenida de la fuerza del viento, es decir, mediante la utilización de la energía cinética generada por las corrientes de aire. Se obtiene a través de unas turbinas eólicas que son las que convierten la energía cinética del viento en electricidad por medio de aspas o hélices que hacen girar un eje central conectado, a través de una serie engranajes a un generador eléctrico.
La energía eólica ha sido aprovechada desde la antigüedad para mover los barcos impulsados por velas o hacer funcionar la maquinaria de molinos al mover sus aspas. Es un tipo de energía verde.
Actualmente, la energía eólica se utiliza para su transformación en energía eléctrica a través de la instalación de aerogeneradores o turbinas de viento. De entre todas las aplicaciones existentes de la energía eólica, la más extendida y la que cuenta con un mayor crecimiento es la de los parques eólicos para producción eléctrica.
Biomasa
La formación de biomasa a partir de la energía solar se lleva a cabo por el proceso denominado fotosíntesis vegetal que a su vez es desencadenante de la cadena biológica. Mediante la fotosíntesis las plantas que contienen clorofila, transforman el dióxido de carbono y el agua de productos minerales sin valor energético, en materiales orgánicos con alto contenido energético y a su vez sirven de alimento a otros seres vivos. La biomasa, mediante estos procesos, almacena a corto plazo la energía solar en forma de carbono. La energía almacenada en el proceso fotosintético puede ser posteriormente transformada en energía térmica, eléctrica o carburantes de origen vegetal, liberando de nuevo el dióxido de carbono almacenado.
Otras fuentes de energía
Otros tipo de energías renovables son la energía geotérmica, que es aquella energía que puede ser obtenida por el hombre mediante el aprovechamiento del calor del interior de la Tierra; la energía marina, que se refiere a la energía renovable producida por las olas del mar, las mareas, la salinidad y las diferencias de temperatura del océano; o la energía de las corrientes, cuyo proceso de captación se basa en convertidores de energía cinética similares a los aerogeneradores empleando en este caso instalaciones submarinas para corrientes de agua.
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